La Universalidad De La Poesía Del Poeta Luis Alberto Costales

Ilustre poeta ecuatoriano Luis Alberto Costales

Por: Umar Klert Ghov

CRÍTICO LITERARIO

Los antiguos pensadores griegos afirmaban que la poesía es la esencia del arte, recordemos también que en los antiguos helenos está la base del pensamiento moderno, y lo que es más, la primera gran manifestación y sobre la cual se erige la sorprendente producción cerebral de la Antigua Grecia, son los versos homéricos, a los que conocemos como la Ilíada y la Odisea; de modo que después de varios estudios se ha llegado a la conclusión de la verdad de esta afirmación. Posiblemente la razón fundamente la encontremos en esta afirmación de T.S Eliot, considerado como crítico literario modelo del Siglo XX, además Premio Nobel de Literatura. Atendamos al pensamiento del autor del Bosque sagrado; esto nos dice: “La ciencia e perfectible, el Arte, no; precisamente por la imposibilidad de perfeccionarse”.

Hemos querido referirnos brevemente a dos poemas del gran poeta riobambeño Luis Alberto Costales Cazar; mas esta intención, y es preciso que aclaremos esta parte, tiene su razón de ser en que la belleza superficial, es decir, la forma es la parte menos relevante en una obra de arte, por lo consiguiente, consideramos particularmente, y no sin fundamentos, que por todos los recursos literarios, gramaticales y sobre todo por el logro universal del mensaje, tanto los poemas A mí espejo, como Cuatro de Agosto son una síntesis del pensamiento poético Costales Cazar.

Aquel espejo que evoca de manera superlativa el poeta, no es otra cosa que aquel ser que habita de forma intangible en las regiones corpóreas de la realidad humana; aquel ser que depende del equilibrio del comportamiento respecto del bien y el mal para alcanzar la existencia efectiva después de la vida. Para ilustrar esto anotemos los versos siguientes: Cuando muera, ¡oh, espejo mío! /Quiero tu claror sumo/, para mirar de frente/ el gesto supremo de la vida… Como podemos ver no se refiere la superficie plana que puede producir una imagen virtual; más bien es un ejercicio metafísico para ir más allá de la razón y establecer la propedéutica de la vida después de la muerte. No es menos importante destacar que para la construcción de este poema, el poeta Luis Costales realiza a prioris un análisis sintáctico y morfológico de los verbos y sustantivos, logrando con esto, anclar la búsqueda de la verdad de aquella entidad inmaterial que habita en los seres vivos, pero de manera particular en el ser más inteligente de la Creación. Apuntemos que los signos de exclamación en el reglón poético ¡Oh espejo mío! No es un grito desesperado, más bien en esta figura retórica busca el poeta la estimulación de la inteligencia emocional en el receptor del mensaje. Hay un hallazgo excepcional en el verso /El gesto supremo de la vida/ Es así como después del análisis lógico de estas seis palabras, pero particularmente, la ubicación del sustantivo final, se infiere que es un silogismo categórico en el cual no hace falta la fijación de premisas y preposiciones; pues surge de la bien cultivada inteligencia lingüística del poeta Luis Costales Cazar, únicamente la conclusión, a posteriori de la resolución simbólica, que para el caso de la composición poética, es suficiente. El adverbio relativo lo utiliza para establecer la fragmentación del tiempo y el espacio y el caleidoscopismo de la muerte, cuyo sustantivo alcanza en estos versos su significado y significante.

La totalidad de lo real es una constante en este poma que el poeta tituló A mi espejo, por, A mi alma. Está claro que si se decidía por este último el desarrollo sintáctico hubiera perdido brillantez y consecuentemente el interés por la realidad intrínseca a eclipsarse en la ruta del pensamiento.

Dicho esto nos resta por concluir que el Poeta Luis Costales Cazar hiso honor a otro de los aforismos de T S Eliot, que a la letra dice: “El poeta debe ir más allá de la poesía, como Beethoven, que en sus últimas obras, intentó ir más allá de la música”.

En el poema Agosto 4, los versos se muestran aparentemente sencillos, pero el poeta quiso de manera intencional ocultar una inspiración sobre natural, de modo que atendiendo a lo que dijo el poeta José Martí, respecto de que “La poesía habrá de tener raíz en la tierra y base de echo real” Luis Costales Cazar hace uso de la anfibología en el propósito de la dislocación natural del hipérbaton, logrando una particularidad sui generis para posponer la preposición al sustantivo. He aquí estos versos “No logré derrotar los recuerdos/ que me acechaban tiritando olvido/. ¿No nos parece bastante extraño la ubicación de estas diez palabras precisamente en los versos 24 y 25 de esta poesía? Ahora bien, se debe establecer el orden lógico de los versos y nos sugiere cuatro signos de puntuación, estableciendo la jerarquía sintáctica, para lograr la compresión del mensaje. Por otra parte aludamos que este poema tiene 32 versos, que coinsidencialmente es el mismo número de dientes de un ser humano y el número de piezas del ajedrez, lo cual de manera literal entraña una información de estrecha proximidad a la razón. Y para mayor asombro, el análisis nos sitúa en el guarimos secuencial de la narración interpretativa de la Cuarteta 32 de las profecías de Nostradmus, cifrada, a la sazón, en el simbolismo atemporal de lo que se establece en la tercera palabra del primer verso.

Unos peldaños más arriba de Agosto 4, nos encontramos de frente con estos versos: Caminé holgazán y simple/ ocultado alguna cicatriz/ hecha por la hosca realidad de la vida. ¿Cuántos fueron testigos de esa herida de muerte en el corazón del mundo? Sí, es verdad que un día dejó de sangrar esa herida que estuvo abierta por mucho tiempo y que luego se curó con el polvo de los muertos; pero allí seguirá esa cicatriz para recordarnos la barbarie, para recordarnos el lado peligroso de la razón. En estos versos el poeta Luis Costales Cazar, personifica al mundo y solo logra de él unas pocas palabras con las cuales construir estos versos que sin saber cómo se van quedando fuera del tiempo y el espacio, pero al mismo tiempo: esculpidos, a golpe de cincel, en el mármol pentélico de la memoria colectiva.

A modo de conclusión:

He leído a muchos intelectuales franceses y particularmente a los más destacados poetas, lo que me permite establecer lo siguiente:

Los versos del poeta Alphonse de Lamartine nos llegan siempre nuevos desde aquel maravilloso país donde tuvo lugar la revolución más extraordinaria de los tiempos modernos, bajos los ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad. Lamartine fue un poeta superior, a no dudarlo; pero solo basta leer la obra Exiliado en el verso para caer en la cuenta: que Francia tuvo a Lamartine y Ecuador a Luis Alberto Costales Cazar.

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